Los apellidos de origen italiano
Por. César Agusto Salomón (desde Italia)
“Dimmi come ti chiami e ti dirò chi sei”
(Dime como te llamas y te diré quién eres).
Publicado por primera vez en Setiembre de 2004 – Actualizado en Julio de 2007
Origen de los apellidos italianos
“El cognome (apellido) habla de un abuelo que llevaba un nombre o un sobrenombre, que practicaba un oficio o provenía de cierta localidad. El apellido es sobre todo nuestro pasado.”
La palabra italiana cognome (apellido) deriva del latín cun nomine, es decir alguna cosa que acompaña al nombre.
El origen del apellido como identificativo de una familia se remonta a los antiguos romanos: mientras en los tiempos arcaicos solo se utilizaba el nombre, ya en los últimos siglos de la República se estableció el uso de la tria nomina.
La tria nomina era un conjunto de tres nombres, por ejemplo: Marco Fulvio Nobiliore, Marcus Tullius Cicero, Publio Ovidio Nasone, estos nombres se descomponían en tres partes:
PREA-NOMEN: el nombre personal: Marco, Marcus, Publio.
NOMEN: Tullius, Fulvio, Ovidio, es el nombre que indica la “Gens” de pertenencia. Gens es algo más que la familia, como la entendemos nosotros, Gens es el clan, es la totalidad de personas que descienden de un mismo origen.
COG-NOMEN: Cicero, Noviliore, Nasone, esto es un sobrenombre relacionado con características personales, utilizado para identificar al individuo, diferenciándolo del resto de las personas de su clan.
En algunos casos se agregaba también un cuarto nombre o nuevo cognome para diferenciar mejor a una persona de otra. Además algunos nobles agregaban a su placer otros nombres y apellidos creando a veces listados larguísimos.
Alrededor del siglo V se reduce la distinción entre nome y cognome y pasa a ser parte del uso común el considerado supernomen o signun, un nombre único, no hereditario, de significado claro, fácilmente comprensible como por ejemplo el nombre imperial Augusto (consagrado a los auguruos, favorito de buen hospicio).
Este uso se fue perdiendo en los primeros años de la edad Media, y los individuos eran conocidos por su nombre bautismal, un solo nombre personal, con connotaciones cariñosas en el ámbito familiar, a veces referido a las características de la persona o al lugar de origen o a la paternidad.
El advenimiento del cristianismo y las invasiones bárbaras contribuyeron a difundir nuevos nombres que van a sumarse a los paganos; las posibilidades de elección se amplían y no existían grandes problemas para distinguir a los individuos.
Pero, entre el siglo X y XI, a causa del crecimiento de la población, se hace más difícil distinguir a un individuo de otro, la posibilidad de formar combinaciones comenzó a escasear y nuevamente se hace necesario distinguir entre aquellos individuos con el mismo nombre personal e identificar aquellos que pertenecen a la misma descendencia. Nace así el cognome (apellido) moderno, que podía originarse en el nombre paterno o materno, de un sobrenombre, de la nación o localidad de proveniencia, del trabajo o la profesión.
En Italia, el uso de los apellidos fue al inicio una exclusividad de las familias ricas, pero en el 1200 en Venecia y en los siglos siguientes en otras áreas. Las primeras en utilizar dos nombres fueron las clases nobles y aristócratas, más tarde la burguesía y los artesanos seguidos de los campesinos.
Hacia el siglo XV las mayoría de los apellidos se había formado. No obstante la mayoría de los apellidos se mantuvo en el ámbito de la oralidad, siendo los notarios los únicos que plasmaban un apellido en el papel.
En el Concilio de Trento, en 1564 se establece la obligatoriedad de tener un registro ordenado de bautismos con nombres y apellidos, para evitar los matrimonios entre consanguíneos. De este modo, el sobrenombre o segundo nombre, se vuelve hereditario.
En la actualidad existen unos 330.000 apellidos italianos. Esta variedad se debe, en parte, a que el italiano fue establecido tardíamente como lengua oficial, dando lugar a las transformaciones de los apellidos según el dialecto local.
Muchos apellidos establecidos en dialecto, fueron totalmente “masacrados” al intentar italianizarlos.
Con el advenimiento del fascismo también se produjeron alteraciones en los apellidos. Se invita a los italianos a usar términos nuevos, siempre y cuando sean “genuinamente italianos”, para reemplazar los de origen extranjero o que parezcan tales. Todo lo extranjero se ve efectivamente como algo hostil, enemigo, antipatriótico. Incluso a muchos apellidos que terminan con consonante se les añade una vocal final.
Los sobrenombres de familia.
Este es un fenómeno todavía vigente en Italia. El sobrenombre de familia también llamado “Sub-apellido” (Subcognome) todavía sigue vigente en Italia, sobre todo en aquellas comunas de media y pequeña dimensión, en aquellas que han conservado el sistema de vida, la organización social y los valores tradicionales.
La mayor parte de estos sobrenombres de familia pertenece exclusivamente al ámbito informal, familiar, pero en algunos casos se les ha dado valor oficial, registrándolos en el anagrafe, constituyéndose en un segundo apellido.
Este fenómeno es verdaderamente particular en algunas zonas del territorio italiano: un centenar de comunas del Piemonte, en particular en las provincias de Torino y Biella. También en algunas pocas comunas de Nápoles, Sicilia, en comunas de la provincia de Cremona y en otras comunas aisladas.
El sobrenombre de familia se distingue del apellido en el sentido de que no es hereditario, con el paso de pocas generaciones se pierde, y muchas veces desaparece con la muerte de su poseedor, pudiendo llegar a sobrevivir por algunas generaciones en la memoria histórica de la comunidad que lo ha conocido. Un sobrenombre de familia puede ya esfumarse cuando sus portadores comienzan a ser numerosos.
Existen evidencia de algunos sobrenombres de familia que comenzaron a formarse junto a los apellidos, registrándoselos en la actas bautismales, y que poco a poco fueron perdiéndose. En la provincia de Biella, en cambio, han permanecido más de un centenar de segundos apellidos anagraficamente reconocidos.
Estos segundos apellidos tienen ciertas características:
- Presentan un tono dialectal, habiendo sido en gran parte inmunes a la italianización o estandarización regionales.
- Presentan numerosas oscilaciones gráficas, fruto más que nada, de numerosas tentativas parciales de italianización, perdiendo en muchos casos el objetivo de la identificación.
- También presentan variaciones morfológicas, es decir van variando en género y número y se les van agregando sufijos para indicar diferentes generaciones.
- Contienen un número significativo de matronímicos, lo que indica un proceso de transmisión matrilineal de los sobrenombres.
Fuente: http://www.genealitalia.com/apellidos-italianos/origen.html
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muchos peruanos ya no desean ser peruanos y no valoran sus origenes,y cuando alguién les dice que es de origen italiano, siempre dicen yo también pero de un italiano desaparecido que nunca dejo documento alguno incluso hasta hablan en italiano…….Que esta pasando en peru? favor también expliquen eso y no me gusta que ustedes también crean que los italianos pelearon a favor de peru en la guerra del pacifico lo cual es mentira pues petit tuar saco un edicto que los extranjeron no pelearon por eso no bombardearon callao y de los bomberos dejieron que fue error…es bueno debatir que opinan…saludos
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Ybana es un apellido y no un nombre. Algunas mujeres -carentes de gusto- lo emplean como nombre, pero nuestra familia, que siempre lo ha ostentado como apellido, sabe que como nombre carece de postura e historia.
Mejor se escucha y escribe:
Ivana (femenino de Iván)
Giovanna (femenino de Giovanni)
Juana (femenino de Juan)
Diana, Ana, Yvonne, etc., ya que estos nombres son reales e históricos y siempre han existido para mujeres. Inventarse nuevos nombres femeninos con letras «modificadas» y fuera de lugar carecen de belleza y seriedad y denotan el mal gusto de los padres al adoptar tales nombres para sus hijas.
Ybana es un apellido franco-catalán muy antiguo, aunque el Italian Genealogical Group NYC lo considera italiano. Ya en el s. IX se mencionaba al «valle de Ybana» en las inmediaciones del Ebro catalán, donde las tropas del Rey Luis I de Francia se enfrentaron a los musulmanes en camino a la liberación de Tortosa y por la recuperadión y expansión de territorios del Imperio franco Carolingio. Luis I de Francia fue hijo de Carlomagno, Rey de los Francos, de quien heredó dicho Imperio. Es un hecho que Luis I tuviera conocimiento del «valle de Ybana» por boca de sus cuatro generales: Isembardo, Ademaro, Bara y Borrell, quienes condujeron su ejército.
En siglos posteriores al IX, el apellido Ybana se extendió muy escasamente siguiendo la ruta del alto Ebro hasta las regiones vascas y posteriormente el sur de España, Italia y América. Históricamente (s. XVII-XIX) hubieron personas con este apellido en California, México, Perú, Chile y Argentina, siempre de número muy escaso. En la actualidad, se halla extendido débilmente en California y Perú (Lima e Ica). Los Ybana no son prolíficos, su tendencia al aumento en el número de sus miembros es baja. Algunos los confunden con los Ybarra que sí son de orígen vasco y muy numerosos. Hago mención de mi bisabuelo don Victoriano Ybana Severino (1886-1921), casado con doña Teodosia Severino Romero (1891-1953) y de mis abuelos Felipe, Emilio y Exaltación Ybana Severino (fallecidos), de quienes hemos heredado este apellido; «Honra Merece Quien a los Suyos se Parece».
Ybana es un apellido único, de un solo linaje y poco común.
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hola, necesito encontrar parientes de los siguientes apellidos: Martelli o Martinelli, fabricaban zapatos; yo pertenezco a los descendientes de sus primos de Colón ER. que fabricaban mosaicos y cuyos apellidos son: Castagnoli Doménico de Boloña y Marina Taverna de Piemonte.
Mi nombre es Adriana Gutiérrez.
Muchas gracias
Saludos cordiales
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Este post es copia textual de mi página
http://www.genealitalia.com/apellidos-italianos/origen.html
Mientras algunos se rompen la espalda leyendo y trabajando, otros copian sin siquiera citar la fuente.
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